El símbolo del triskelion en la tradición celta manifiesta el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Esta interconexión era una parte fundamental de la cosmovisión celta, un equilibrio al que se aspiraba en la vida cotidiana y que a menudo se invocaba en sus rituales y ceremonias. Se cree que cada pierna del triskelion simboliza uno de estos ámbitos, encarnando una mezcla armoniosa de bienestar físico, mental y espiritual.
El triskelion celta también se ve como una representación de las etapas de la vida, reflejando el ciclo de vida de los seres humanos. Simboliza el nacimiento, el crecimiento y la muerte, al igual que la naturaleza cíclica de las estaciones o las etapas del día. Esta interpretación cíclica agrega un elemento de perpetuidad y atemporalidad al símbolo, encarnando la creencia celta en la reencarnación y la eternidad del alma.
Esta tríada divina de doncella, madre y anciana guarda una estrecha relación con los ciclos lunares, que eran de suma importancia en la tradición celta. La luna creciente simboliza a la doncella; la luna llena, a la madre; y la luna menguante, a la anciana. Estas fases celestiales enfatizan aún más la asociación del triskelion con energías cíclicas y transformadoras.
Con cadena de plata S925





