Es un símbolo geométrico celta y curvilíneo formado por tres brazos en espiral que se unen en un punto central, círculo o triángulo, configurando la forma de una hélice. El tres es el número más sagrado para la cultura celta, y representa la perfección y el equilibrio.
El trisquel sirve como un símbolo profundo tanto en el budismo como en la tradición nórdica, encarnando conceptos como el ciclo de vida, muerte y renacimiento, el viaje espiritual hacia la iluminación y el viaje del alma en la vida después de la muerte.
Con cordón de 50 cm. De acero inoxidable





