Empleado (generalmente) por practicantes de Wicca Celta, el Nudo de las Brujas es considerado como un talismán capaz de rechazar los conjuros que son arrojados contra su propietario, con intenciones malignas.
El Nudo de las Bruja no solo anula los hechizos y la negatividad, sino que la devuelve a la fuente de origen, convirtiéndose en un eficaz medio de defensa y ataque, para las personas que trabajan con la magia.
El Nudo de las Brujas es un amuleto cargado de profundo simbolismo místico. La figura recuerda una cruz con cuatro aspas ovaladas (similares a la de la triqueta o triskel), unidas por un rombo central y sobrepuesta a un círculo.
Los cuatro brazos de la cruz están vinculados con los principales elementos de la Magia
Natural: los cuatro elementos (Agua, Fuego, Tierra, Aire) y las cuatro direcciones cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste).
La Wicca, al igual que otras corrientes espirituales ligadas a la Magia Natural, celebra la conexión entre los cuatro elementos y las direcciones cardinales, como parte de la manifestación de la Madre Naturaleza.
El círculo que recorre los cuatro puntos de la cruz del Nudo de las Brujas, refleja el ciclo de los elementos y el enlace energético entre todas las formas de vida.
Asimismo, el rombo central hace referencia al Tercer Ojo o Nido de Serpientes, el centro de la sabiduría y el despertar de la conciencia. La imagen del Nudo de las Brujas también hace referencia a elementos de la Geometría Sagrada.





